Amigo del Alma

Amistad en versos

¿Cuánto tiempo hace que no nos encontramos y charlamos como siempre lo hicimos?

Siento una falta enorme del encuentro casi diario, del intercambio delicioso de aquellos abrazos cálidos con que siempre me recibías; de las charlas interminables sobre los asuntos que más nos interesan.

La Pureza de la Amistad Verdadera

Ahora que estamos lejos, pienso que aunque hayamos pasado largos períodos, durante años, brindándonos con una amistad tan especial, no fue suficiente para vivir tantos sentimientos, y que con el tiempo solamente se profundizaron más y más.

¡Era una vez… como en los cuentos de hadas!

Era un amigo que tenía profundos ojos negros, pero tan claros que en ellos como en un espejo su alma se veía. Amistad: un caudal cristalino
Era tan pura su palabra amiga, su amistad y su altiva mirada, que podíamos sentir su felicidad, llenando el aire con su mágico aroma, cuando nos daba su generosa bienvenida.

Porque este amigo de siempre, tenía una llave, hecha de los más hermosos sentimientos, para la puerta de su casa y con ella su alma nos abría.

Aunque el tiempo se esfume, aunque la vida pase deprisa, aunque ese amigo se encuentre en distantes horizontes, todavía puedo escuchar la palabra de su amistad, que ahuyenta la ausencia y la tristeza de su lejanía.

Amistad: un caudal cristalino

Lo que vivimos se puede llamar de amistad; una mano que se extiende a otra mano, que vuela a encontrarse con ella, en gestos amigos, tan sencillos y tan hondos como los insondables abismos del mar.

Esas manos recogen en si mismas, un cristalino caudal, formado por un sin fin de emociones, tejiendo una red con las tramas y artimañas del destino que las unió.

Sé que esas manos me sostienen, me impulsan y me cautivan con el apoyo que me brindan, desde allá donde se encuentra mi amigo.

Cuantas cosas hemos vivido juntos, cuantas vivencias nos unen… tuvimos nuestra casa de agonías; sentimos las espinas en las manos y en los pies pesadas cadenas, que muchas veces retrasaron nuestro andar.

Retratos sombríos de la cara de la muerte

Cuantas veces dijimos verdades imposibles y quebramos nuestra lanza en causas perdidas.

Miramos juntos la cara de la muerte, en retratos de recuerdos sombríos, al hojear los libros de la familia.

También abrimos las puertas y las ventanas a la invasión de terribles sentimientos, de los cuales no podríamos haber escapado sin la ayuda mutua que nos brindamos.

¿Cuál de nosotros no dejó los pedazos de su alma, en las fosas oscuras a los costados del camino? ¿Cuál de nosotros no vivió el arborecer misterioso, de una gran utopía, la de ser todos iguales bajo la ley y el derecho a la vida?

Tu Casa, Mi Hogar

Pero tu casa, siempre fue la casa de todos, siempre fue mi hogar; la que me dio tregua en medio a mis batallas diarias, en medio a mis tristezas y mis soledades.

Desde la mía, te digo que entres, mi puerta no acostumbra tener llave, el fuego del hogar te pertenece, el agua, el pan y momentos para compartir.

Aquí te puedes quedar el tiempo que quieras, y si es como dice el libro sagrado: «hay un tiempo para todo», también encontrarás el tiempo para volver; no importa por cuales senderos se extienda tu caminar, ven y reposa, disfruta la luz de mi hogar.

La amistad: una puerta abierta

Y no es necesario que me expliques tus razones, pero si quieres evitar la despedida, y te vas sin decirme nada, cuida tan solo de no cerrar la puerta.

By Debora Rocco


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2 Comentarios

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  1. raizen
    raizen en |

    Debora, que hermosa oda a la amistad. Siempre es bueno dejar la puerta entreabierta, por si acaso alguien quiere entrar.Un abrazo

  2. judy
    judy en |

    Gracias por tus dulces palabras, las lagrimas reuedan por mis mejillas, es tan magica la amistad y la dulzura de esemamor que cuando hay distancia el alma sufre.

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